Formación en Cirugía Plástica
Desde principios de los años 70, y utilizando como modelo la formación de médicos especialistas en los Estados Unidos, un médico que desee especializarse en España debe cumplir con una serie de requisitos.
En primer lugar debe superar una oposición a nivel nacional, donde se evalúan, por una parte, los conocimientos adquiridos durante los seis años de estudio en la Facultad de Medicina por medio de un examen y, por otra, las calificaciones obtenidas durante la carrera. En función del número obtenido en esas dos pruebas, el licenciado en medicina elije especialidad y hospital donde realizarla. No todos los hospitales españoles están autorizados para formar especialistas, sino que también deben reunir una serie de condiciones, como contar con mínimo de camas, de quirófanos, de especialistas, etc. Una vez elegidos especialidad y hospital, el médico que desee ser especialista debe pasar 5 años trabajando en ese hospital, incorporado a la actividad docente y asistencial del servicio correspondiente, después de haber rotado previamente por servicios complementarios a su especialidad.
En el caso de la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, el médico en formación, también llamado residente (en sus inicios, en EE.UU., los médicos que estaban haciendo la especialidad prácticamente vivían en el hospital) hace un rotatorio previo en servicios como el de Unidad de Cuidados Intensivos, Cirugía de Mama, Cirugía Pediátrica, Traumatología, etc., adquiriendo los conocimientos de esas especialidades que les serán útiles para ejercer su actividad en el futuro como cirujano plástico. Con posterioridad a esa formación general, el residente pasa 4 años en el servicio de Cirugía Plástica, tiempo durante el que participa en la actividad docente a través de sesiones teóricas, clínicas y bibliográficas. Durante ese tiempo acude a congresos y cursos donde completa su formación teórica y práctica, cosa que seguirá haciendo el resto de su vida, como cualquier otro especialista, con el fin de actualizar sus conocimientos. El residente consigue la formación práctica a través del trabajo diario en el hospital, no solamente dentro del quirófano, sino también atendiendo a pacientes en la consulta y haciendo guardias, y siempre al lado de residentes con mayor experiencia y de especialistas que supervisarán y tutelarán su trabajo, especialmente durante los primeros años. De este modo se va implicando progresivamente en la toma de decisiones que deben hacerse antes de la intervención, como el diagnóstico del problema que afecta a cada paciente, la técnica quirúrgica más adecuada para resolverlo, las exploraciones previas necesarias, etc. El residente comienza también a trabajar dentro del quirófano: al principio como cirujano ayudante de un cirujano más experimentado, después como primer cirujano tutelado por un cirujano experimentado y, finalmente, como primer cirujano ayudado por uno menos experimentado, momento hasta el cuál no se deberá sentir auténtico cirujano. Por último, el residente deberá seguir la evolución de los pacientes después de la intervención, tanto durante el período postoperatorio inmediato en la planta de hospitalización, como en el postoperatorio tardío, ya desde las consultas externas, comprobando la ausencia de complicaciones y el éxito de la intervención.
De ese modo, y después de esos cinco años, el cirujano plástico habrá adquirido todos los conocimientos y experiencia necesarios para comenzar a practicar la Cirugía Reparadora y para comenzar a aprender las técnicas de Cirugía Estética.
Lo primero que el residente de cualquier especialidad quirúrgica aprende en el hospital (sea Cirugía General, Neurocirugía, Cirugía Plástica, etc.) es que la cirugía no empieza y termina en el quirófano, sino que empieza en la consulta, antes de la intervención, y termina también en la consulta, cuando el paciente es dado de alta definitiva, meses o, en ocasiones, años después de la intervención. Disponer de la formación adecuada resulta fundamental, por tanto, no solamente para realizar la intervención quirúrgica en sí, sino también para la correcta valoración preoperatoria del problema que preocupa al paciente. Una exploración física adecuada y una información completa, sincera y honesta sobre las expectativas del paciente que pueden verse cumplidas después de la intervención serán fundamentales para conseguir la satisfacción plena del paciente.
La formación también es importante para el adecuado seguimiento del paciente en el postoperatorio. Afortunadamente, la aparición de complicaciones en Cirugía Estética no es frecuente, y cuando lo hacen suelen ser leves, pero pueden aparecer. Por eso es importante que el médico que tenga que diagnosticarlas y tratarlas tenga la formación adecuada para hacerlo.
Y es que la Cirugía Estética, como cualquier otro tipo de Cirugía, o profesión, no puede desarrollarse a base de recetas. Si usted quiere construirse una casa, acude a un arquitecto, único profesional que tiene la formación para realizar un proyecto de arquitectura, no a un albañil que haya sido adiestrado “en las cuatro cosas importantes para hacer un proyecto” por un arquitecto. Si usted busca alguien que trate una enfermedad de su hijo pequeño acude al Pediatra, y si está embarazada acude a un Ginecólogo que cuide de su salud y de la del feto. ¿Por qué no hace lo mismo si desea someterse a una intervención de Cirugía Estética? ¿Por qué ponerse en manos de un médico no especialista cuando tiene a su disposición una lista de médicos especialistas en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en el Colegio de Médicos de su provincia? (teléfono del Colegio de Médicos de Sevilla: 95.423.19.90).
Por todo esto, el primer paso que toda persona interesada en someterse a una intervención de Cirugía Estética debe dar es consultar con un médico especialista de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, con el correspondiente título expedido por el Ministerio de Educación de nuestro país. Esta es la única forma de asegurarse que el médico que le va a tratar ha atravesado un duro proceso previo de selección y que dispone de la formación necesaria en Cirugía Plástica para indicar, realizar y seguir la evolución de una intervención de Cirugía Estética.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) agrupa a la mayoría de especialistas en Cirugía Plástica de nuestro país que se han hecho merecedores de formar parte de la misma por su formación. La SECPRE se fundó en el año 1956 con la finalidad de proporcionar una asistencia de calidad a los pacientes de Cirugía Plástica y de ofrecer los más altos niveles de profesionalidad en la Cirugía Plástica, Reparadora y Estética en nuestro país. Si usted elige para su tratamiento a un cirujano plástico miembro de la SECPRE, aunque cada uno tenga su enfoque personal y existan diferencias individuales entre los diferentes miembros, puede tener la seguridad de que posee una formación adecuada en Cirugía Plástica.
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